miércoles, 20 de febrero de 2008

TIPOS DE DUELOS

El psicólogo Carlos Odriozola
[1] diferencia los siguientes tipos de duelo:

-Duelos evolutivos: infancia, pubertad, adolescencia, emancipación.
-Duelos afectivos: partos, destete, escolarización, enamoramientos, separaciones y divorcios.
-Duelos sociales: cambios status, desempleo, jubilación...
-Duelos sociales: envejecimiento, menopausia, enfermedades, abortos, muertes....

Carlos Odriozola presenta como meta de la elaboración del duelo la actitud del agradecimiento. El sentimiento de Agradecido recuerdo, es el único indicador de la sana elaboración del duelo. Esta elaboración del agradecimiento origina de forma instantánea un profundo sentimiento de paz y serenidad. La vivencia no deja lugar a dudas.

Toda persona que llega a esta actitud se siente realmente liberada del dolor que producen las pérdidas porque ha sido capaz de integrarlas como parte del ciclo de la vida.

Tipos de Pérdida

Entre los tipos de pérdida Carlos Odriozola hace la siguiente distinción
[2]:

A/ La pérdida esperada. Aquí podemos situar los fallecimientos de las personas que padeciendo algún tipo de enfermedad crónica o cíclica no alteran con su padecimiento de forma importante la vida cotidiana de los que le rodean.Es el caso de personas que han sufridos reiterados ataques al corazón, sin que ninguno de ellos haya dejado secuelas que hayan requerido cuidados especiales, pero que dejan a toda la familia alerta y en la creencia de que en cualquier momento ocurrirá el definitivo. El fallecimiento en este supuesto no va a traer grandes dificultades a la hora de elaborar el duelo. Los familiares o seres queridos han tenido ya tiempo para ir saneando cada uno a su forma la relación con el enfermo, por lo que no suele resultar culpógena. En el mismo caso de personas de edad avanzada que con sus sucesivos achaques nos van avisando, preparando de la inminencia de su fallecimiento.

B/ La perdida deseada. Esta situación es típica en familiares cercanos de enfermos fallecidos tras larga y penosa convalecencia. Procesos interminables de cáncer, enfermedades degenerativas, largas parálisis, procesos terminales de enfermedades inmunológicas, demencias, etc. terminan por crear tal estado de perturbación ambiental que en un silencio compartido descubren sus deseos de que todo termine ya, cuanto antes, porque la situación es insostenible. Una vez ocurra el fallecimiento en este supuesto, pueden presentarse los remordimientos, la culpa, apariciones del fallecido, escuchar su voz, sus gritos, haciendo muy angustiosa la vida del familiar superviviente.

C/ La perdida repentina. Fallecimientos inesperados, a destiempo que son vividos por sus allegados como una cruel manifestación de la vida y que van a traer como consecuencia una sensación de vacío, falta de despedida.
Es el caso de enfermedades galopantes (se ha ido en cinco días), ataques repentinos y fundamentalmente accidentes.. Una vez señalado lo anterior, es necesaria una reflexión sobre cuando una perdida o duelo deviene en patológica y hace recomendable nuestra intervención. Realmente si el proceso, la relación, el vínculo entre el fallecido y sus allegados era sano, fluido, respetuoso y comprensivo, el duelo con su doble manifestación de frustración y tristeza tendrá las mismas características de fluidez y desembocará en un agradecido recuerdo. Quiero señalar que esta idea de agradecido recuerdo es para mí el termómetro de una relación ( padres-parejas-terapeutas-pacientes) convirtiéndose por tanto en el objetivo ultimo en el trabajo psicológico del duelo.

Cualquier otro sentimiento que no sea este "agradecido recuerdo", como puede ser la indiferencia, rencor, culpa, rabia, alegría, depresión, vacío.. Evidencia un duelo atascado, no realizado. Y siempre, tras un duelo mal cerrado existe LA CULPA. Para liberar la culpa no es necesaria la presencia del fallecido. Así pues el objetivo a la hora de trabajar el duelo es la culpa. Pero podemos disfrazar la culpa con variadas actitudes, sentimientos o mecanismos de defensa.

[1] CARLOS ODRIOZOLA, psicólogo, formador de terapeutas. Estudio presentado para la AETG (Asociación española de Terapia Gestalt) en Mayo del 99.
[2] Ibíd..

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